Solo y tan solo tú,
Que sabes ver
Que tal vez podría ser
Gotas de lluvia,
Las contemplas lejano
En su caída,
Mientras dibujas
Mis fugas de vida.
Tu voz sonora
Quiebra en mis oídos,
Soy marioneta
Suelta de sus hilos,
Cuando sostengas mi alma
Entre tus manos,
Amarás a este corazón maldito.
Las sonrisas como perlas de nácar
Son cuentos para niños,
¿y si el dolor fuera
Cálida escarcha,
Liberada en su grito?
Cuando tú juegues
A romperme en llamas,
A pesar de tu gelidez, ¡que muera!;
Cuando se desvanezca en tus pupilas
Efímera sonrisa, hoy rindes muerta…
Juego a encontrarte tras de cada puerta,
La brisa te arrastre en su canción,
Y eleve tu eterna voz, la de un niño,
Recordarás la inocencia perdida y
Amarás a este corazón maldito.
Que sabes ver
Que tal vez podría ser
Gotas de lluvia,
Las contemplas lejano
En su caída,
Mientras dibujas
Mis fugas de vida.
Tu voz sonora
Quiebra en mis oídos,
Soy marioneta
Suelta de sus hilos,
Cuando sostengas mi alma
Entre tus manos,
Amarás a este corazón maldito.
Las sonrisas como perlas de nácar
Son cuentos para niños,
¿y si el dolor fuera
Cálida escarcha,
Liberada en su grito?
Cuando tú juegues
A romperme en llamas,
A pesar de tu gelidez, ¡que muera!;
Cuando se desvanezca en tus pupilas
Efímera sonrisa, hoy rindes muerta…
Juego a encontrarte tras de cada puerta,
La brisa te arrastre en su canción,
Y eleve tu eterna voz, la de un niño,
Recordarás la inocencia perdida y
Amarás a este corazón maldito.
Por Patricia S. Buendía©
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