¡París, Querida!

¡Oh, París, querida!
¡Oh, París, si pudieras saber
Lo que me inspira
El pasear por tus calles,
Y contemplar las rosas de Versalles,
¡Oh, París, su Torre, dama erguida!

¡Oh, París, si pudiera robarte
La esencia de sus vidas,
Y el trueque de sus artes,
En mi senda,
Si pudiera guardar tan solo
Dos gotas de tu vino en mi botella…
¡Desde luego es tu sangre,
Que corre por el Sena,
Desde François Rabelais hasta Ernest Renan* !

*(François Rabelais era un famoso escritor francés de Chinon, y Ernest Renan era filósofo de Tréguier)
Y ya han pasado dos años y medio de intensas tardes parisinas...
Quiero volver.
A buscar mi inspiración, sé que me la dejé allí, lo sé, lo presiento.
Junto a tí.
Y muchas otras cosas...