También escribo en...

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A donde van los escritos extraviados...

lunes, 24 de noviembre de 2008

La Guarida del Ángel.





El cielo llora. La tierra ha derramado mucha

sangre hasta hoy. El cielo ya no es azul como antes, y arrastra consigo su tono pálido y gris, mientras yo contemplo el suelo con gesto amargo.
" ¿Adónde vamos después de caer? "
Me gustaría escribir todas esas frases inacabadas en una carta sin remite, esas
respuestas que dicen estar en las estrellas, dejar redescubrir al mundo el síndrome de Stendhal de nuevo, robarle un grito al aire y salir corriendo.
Pero seguía allí, sin moverme, ni siquiera cerrar los ojos, temblándome los párpados.
"¿ Pero qué hacer cuando estás sola, cuando el cielo dejó de ser azul? "
Olvidaré las sonrisas rotas, y secaré las lágrimas furtivas. Porque el único lugar en el que puedo estar a solas es

mi alma.

" No huyas, ¿ acaso no sabes que eres parte de mí? "
" Me llevas arrastras... "
" Lo siento... "

¿Qué quieres que haga con este estúpido corazón? Cada vez que te acercas, siento que me arañas, pero sólo eres un músculo, un músculo que bombea cada vez más y más fuerte cuando te acercas.


Quieres trazar brillos de luz con tu oscuridad, con la misma flaqueza que la muerte agarraría tu mano para llevarte lejos de aquí...

" ¿Pero adónde irás después de caer, lo sabes? "
Cuando le ves, susurras las palabras que van a destruirte, porque ya te están matando, sólo de pensarlas, día tras noche, sin descanso.
" ¿Por qué me haces daño? "
" Yo no te hago daño, eres tú misma. "
" ¿Por qué siento que muero? "
" Porque no haré nada para fingir que sé lo que nunca me dijiste."
Un pequeño escalón... Vamos, salta de una vez... ¿por qué te empeñas en ir recordando

t o d o lo que dejaste atrás? ¿Por qué ofreciste tu mano a todos los que te dieron la espalda?
"Podría haber sido yo."
Pero no lo fuiste.
Entonces el cielo podría haber seguido siendo azul, como antes.
Dubujos... Muchos dibujos, demasiados...
Por Patricia S. Buendía©

domingo, 23 de noviembre de 2008

I miss you.





I neither do more
to think that day,
when I gave my love,
my life scapes
for a giant hole.
When I go away,
somewhere,
With all of you,
now, what can I do...?
Shadows of my soul,
I feel that they
Make me fall down
And your eyes make
Me them so free
But some day you
Will see like
I can touch
The sky without you.
You wont make me cry,
You leave me to
See any more stars,
And you’ve forgotten
What did the heart to break.
I’ will sleep inside
A dream where I’ll shout to the wind,
will ask him to drag with it
my pain, again...



Por Patricia S. Buendía©.





(la traducción está en los comentarios...)

Dorado Llanto del Valle.



Ah, ¡como el oro caen las hojas en el viento,
E innumerables como las ramas de los árboles son los años!
Los años han pasado como sorbos rápidos,
De dulce sabor en las altas salas
De más allá del mundo, bajo las bóvedas azules del Alma,
Donde las estrellas tiemblan
En la voz de su canción sagrada y muerta...
¿Quién llenará de nuevo mi copa?
Ya que la iluminadora, Esmeralda, Reina de las Estrellas,
¡Desde el Monte Blanco y suave ha elevado
Sus manos como nubes alzando la vista
Hacia las huellas que cierran los senderos de niebla!
Y todos los caminos se han ahogado en sombras,
Y la oscuridad que viene de los límites
Se extiende como olas espumosas,
Un manto que nos sostiene,
Y la niebla cubre siempre los corazones
Grises del valle de prados verdes...
Por Patricia S. Buendía©

Pájaro de Fuego.


PRELUDIO DE UNA GUERRA

He conocido su fuego
Antes que quemaran bosques,
He sentido nuestra herida
Antes de entender la llama,
Las luciérnagas que brillan
En una noche cerrada,
Las lenguas a rojo ardiendo
Que arrasan por donde pasan.
En barco sin timonel,
Con las nubes de algodón,
Caminas hacia el sendero
De la muerte, destrucción.
En el cielo con su bruma
Sólo hay un único ángel,
El que huye de la espesura
De mantos de fuego y sangre.
¡Oh, pájaro de fuego!
¿Tan alto tus alas bates?
No tienes miedo al infierno,
Porque haces sombra a los ángeles,
Tan puros tus ojos grises,
Como tus alas de plomo,
Tu trino, dulce y afable,
Como la brisa de otoño.
Son los llantos de la guerra,
Los gritos del triunfo amargo,
¡desciende tus alas, ángel,
hacia el universo blanco!
Ahora las calles se tintan
De sólido y duro rojo,
Haciendo que pase el tiempo
En su silencio lento y largo...
El sol dibuja en tu rostro
Su oculta y bella sonrisa,
Se perfila el horizonte
Con una delgada línea,
Mas allá de las montañas,
Del otoño y de su viento,
Hay la canción siempre eterna
De los suspiros del tiempo,
los susurros del silencio..
¡Oh, pájaro de fuego!
¿Tan alto tus alas bates?
No tienes miedo al infierno,
Porque haces sombra a los ángeles,
Tan puros tus ojos grises,
Como tus alas de plomo,
Tu trino, dulce y afable,
Como la brisa de otoño.

Por Patricia S. Buendía©

viernes, 19 de septiembre de 2008

En nombre de nadie...


¿Desde cuando la muerte
Me espera en una miserable esquina?,
En una lista con mi nombre me persigue,
¡Maldita!,
Yo le busco y se rehúye;
Me es el mundo de sombras y de lágrimas,
Y quisiera quedarme en esa esquina,
y no desparramar más sueños en mi almohada,
Atar con un cordón todas esas
Cosas que me penden de un hilo de algodón,
Que cae, cae, cae despacio, al fondo,
Dormido,
Que muere y viaja libre, está herido,
Y que me pudrió el alma.

Y no le quiero buscar sentido al tiempo,
y el sonido del viento se acalla,
Silencio, dolor en calma,
Y un pétalo de rosa escapa,
Y el corazón es un autómata,
y en sus puñales sólo hay páginas…
Por Patricia S. Buendía©

martes, 9 de septiembre de 2008

Ojos de Hielo.


Aquella sombra se perdía en la lejana bruma. Lo sabía, sabía que ella nunca volvería a pisar jamás estas tierras sin nombre. La última mirada de sus ojos me lo gritó al partir. Estas montañas grises de amaneceres fríos eran un lar extraño para una criatura como aquella, y los silbidos del viento anunciaban de una pronta nevada aquella misma noche. Una nieve como su piel; blanca sin ser mortecina, suave, atípica por esos tiempos. Pero este es un paisaje siniestro, tan oscuro como el porvenir que lo aguardaba. Y en aquellos días, la insistente niebla cubrió los silenciosos y tétricos páramos de sombras; parecían aguardar la espera de su retorno.

Y continuó nevando durante dos días y dos noches, imparable, los copos de nieve resbalaban por los tejados como sinfonía de cristal ahogada por el humo que desprendían las chimeneas de aquellos hogares de corazones gélidos,

Era un gran universo blanco; parecía hasta puro, parecía transparente; y el agua del lago se había congelado por completo.
El espejo, más profundo de lo que en verdad parecía, donde normalmente unos ojos de hielo frecuentaban con habitualidad su superficie.

Pero ella ya no era aquella niña que se asustaba de ver su propio rostro atrapado en el agua helada, ella no era aquel recuerdo, y lo era todo, al mismo tiempo.

Pero aquella noche, no volvieron a verse sus pupilas en el agua. ¿Dónde estuvo ella entonces? Espera; quieres correr demasiado. Léeme dos veces, y abre bien los oídos; éste no es ningún cuento cualquiera.

La historia que voy a contarte, será la última…
Por Patricia S. Buendía©

sábado, 6 de septiembre de 2008

El Universo Púrpura.


""... El mundo es energía, y la energía es el mundo. Poder, lujo, ambición, mentiras, forman parte de la conciencia humana. Somos algo extravagantes, también. Curiosos, pensadores, algo lunáticos, lo suficiente para encontrar razones para sonreír mil y un veces más de las que lloraremos. Inteligencia hábil, razón despierta, y los sentidos dormidos en silencio. Creatividad, independencia, sabiduría, misterio. Y magia. Creo que este mundo está necesitado de mucha magia hecha palabras. A veces nostálgicos, románticos, otras veces melancólicos, incluso tristes. Frustrados al ver sus sueños volatilizados, en vez de echarlos a volar.


Aquí, donde luz y oscuridad son lo mismo, porque sólo somos conciencia; tal vez también nosotros mismos seamos personajes de algún escritor superior caprichoso; de tal forma, intentaré salir de mis páginas...
... Y volar hasta más adentro de tu alma.
Voy a adentrarme en el Universo Púrpura, y tú tal vez sientas deseos de acompañarme...
Tal vez tu también estés atrapado en un simple papel.


Por Patri S. B. (: Patricia S. Buendía©